Los gatos son con seguridad una de las especies más limpias. Le dedican muchas horas del día a su aseo personal.
Lo ideal sería acostumbrarles desde que son unos cachorros, de esta manera dedicarle 15 minutos al cepillado de su pelo se hará mucho mas fácil y ameno.
Con esto retirarás el pelo muerto y evitarás la creación de bolas de pelo.
Sería muy positivo tener unos cuantos rascadores distribuidos por casa, de esta manera podrá afilarse las uñas en ellos y no en nuestro sofá. Aun así, de vez en cuando es mejor sanear con un corte de uñas para evitar posibles uñas astilladas o rotas que puedan hacerle daño con el tiempo.
Hay que tener mucho cuidado con la vena que recorre su uña, un mal corte puede hacerles mucho daño y hacer que sangren.
Para evitar la acumulación de sarro u otras posibles enfermedades bucodentales lo más recomendable es consultar con nuestro veterinario.
Existen snack dentales como suplemento preventivo, no aseguran que nuestro gato no pueda enfermar, por eso es importante unas revisiones veterinarias.
Entre los pliegues de sus orejas puede acumularse cera, esto también puede provocarles complicaciones si no se retira con habitualidad.
Podemos limpiarles los oídos por la zona externa con un paño humedo templado. Si la suciedad se encuentra más profunda, haz una visita al veterinario para que pueda limpiarle con los instrumentos adecuados y sin producirle daños.
Lo primero en lo que tenemos que pensar es que para nuestro gato el arenero es como para nosotros un baño. si no está limpio no querremos entrar. Si éste no está limpio muchos gatos se pueden negar a usarlo, y por lo tanto, terminar haciendo sus necesidades en otro lugar no habilitado para ello…como tu cama…
Sí, se puede, no obstante no es necesario, ya que ellos dedican gran parte de su tiempo a estar limpios y a diferencia de los perros, éstos no llegan a oler mal en ningún momento si no se les baña.
La lengua de los gatos está cubierta de numerosas papilas cónicas con una textura áspera. Éstas les permiten quitar la suciedad, el barro, el pelo suelto e incluso los parásitos.
Sólo recomendamos el baño en aquellos casos en los que debido a una gran suciedad (jugar con barro, diarrea, etc.) no se pueda permitir que el gato se lave por si mismo.
En estos casos siempre hay que bañarle con agua tibia y un champú especial para gatos.
Muchos gatos temen al agua asique deberás tener especial cuidado y estar muy atento ante una posible crisis por estrés.